lunes, 21 de octubre de 2019

LA GRAJERA


Un bonito finde semana de Septiembre y coincidiendo con las fiestas patronales de Espinosa de los Monteros, nos desplazamos hasta la zona con intención de realizar esta emblemática torca. He quedado con Alejandro y Jon para disfrutar de esta espectacular cavidad. Nos dirigimos hasta las cabañas del Bernacho, lugar inhóspito y solitario donde pernoctamos en una agradable noche de verano. Desde este punto, sale el sendero oficial que se dirige a Castro Valnera y Cubada Grande, lugares con una importante historia espeleológica a sus espaldas, repleta de simas y exploraciones. De entre todas las cavidades existentes en el macizo, hay una que destaca de entre todas por ser tan bella y sensacional como ninguna, la Grajera.



Esta espectacular torca, tiene un pozo de 185 metros de vertical absoluta. El fondo de este abismo esta cubierto por un gran nevero perpetuo que cada año que pasa va disminuyendo de tamaño. El lugar es muy estético, frio y ventilado. Desde la cabecera ya se puede ver las enormes paredes húmedas y mojadas que caen por el abismo. Un sin fin de goteos por todas partes hace presagiar que esta vertical puede ser muy regada en época de lluvias. Sera necesario instalar un largo pasamanos que bordea toda la torca para alcanzar la cabecera de la línea de bajada. La instalación se compone de parabolts de 10mm y algunos de 8mm. Esta vertical se puede fraccionar bastante para hacer mas ameno y ligero el transito. Aunque el primer descenso consta que fue de una sola tirada volada hasta el fondo sin tocar pared.
 

La primera sección de este gran pozo es mas irregular que la parte media y final que se vuelve mas cilíndrico de paredes lisas. El descenso es muy agradable siempre con la luz del dia por encima de nuestras cabezas. Después de pisar fondo y tocar hielo, volvemos a la superficie intentando plasmar la belleza en foto. Valorando el entorno y captando cada detalle, vamos rodeando este morterito de salida que personalmente me parece un lugar especial y exclusivo por estar escondido desde fuera, sin estar metidos aun en la cavidad. Una vez mas, ha sido una bonita actividad que merece mucho la pena. Provincia de Burgos colindante con Cantabria, La Grajera, pura seducción para el que le guste la naturaleza.
 



Fotos de Alejandro Menéndez.

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