jueves, 4 de abril de 2019

TORCA DE LA YUSA

En las faldas del monte Porracolina (1.414m) de su margen occidental, se ubica Calseca. Un sector colmado de fallas, lapiaces y grandes simas. En esta zona de gran interés geológico, a pesar de que aun no se ha dado la ocasión de conocer grandes sistemas subterráneos como tienen sus vecinos Alto Tejuelo o Bucebron-Cueto-Coventosa, el área alberga grandes pozos. De echo, varios de los mayores abismos ya no solo del país, sino del mundo, se encuentran aquí. Pero de entre todas ellas y sin ser un abismo record en números pero puede que si en estética,  hay una sima clásica que se exploro hace muchos muchos años y que no pasa desapercibida por tener las dimensiones de una enorme boca, bien conocida primero por lugareños y pastores, y mas tarde por espeleólogos, esta es la Torca de la Yusa.

Inicio




















Año 1965, primer descenso de la sima por un grupo catalán. Topografian un gran pozo de unos 200 metros de vertical desde la cota mas alta de la desmesurada boca . Parece no tener continuación ambos ramales inferiores pero la estética y las dimensiones del agujero dejan impresionados a los visitantes. Nosotros, sin intención de encontrar nada nuevo, nos disponemos a descubrir esta preciosa torca de gran interés natural. Ataviados con la indumentaria necesaria, nos vamos descolgando por este fantástico abismo donde la luz se va apagando a medida que desciendes. Los contrastes de colores son intensos, por un lado el verdor de algunas cornisas aéreas que rodean la sima, por otro lado, el amarillento de la paja caída al fondo o depositada en algunos laterales de la vertical, en un tercer plano la imponente oscuridad del vacio absoluto. Es un gran espectáculo visual.
 
Repisa
2ª mitad del pozo

En el aspecto deportivo, distinguimos dos partes. Una primera mitad del pozo con una instalación algo irregular al abrigo de las paredes de la propia torca, con dos pequeños pasamanos que montar en alguna pequeña repisa para ir salvando los roces de cuerda y ganando el intinerario mas lógico y menos problemático a la hora del transito de subida y bajada, esto no exime de las posibles caídas de piedras sino se tiene cuidao. Y una segunda parte si cabe mas espectacular, con una verticalidad plena. De echo, se puede hacer el segundo tramo del pozo totalmente en volado, con casi 100 metros hasta el fondo. Para evitar esta larga tirada aérea, hay que ir fraccionando la vertical poco a poco, con movimientos oscilantes para el primero que baje ya que la trayectoria natural de bajada es el volao y la pared va distanciándose a medida que se baja, por lo que si nos saltamos algún fraccionamiento al comienzo, luego será mas difícil alcanzar la pared con péndulos circenses.
 
Llegando al fondo

Es curioso señalar, dada la ubicación donde se encuentra y que el sentido común pueda pensar que el sistema hidro-geológico de estas simas tiendan a salir por el valle de Miera por proximidad, sea al revés, atravesando todo el macizo hasta las cotas bajas de Coventosa, me parece inverosímil, que extraordinaria es la naturaleza. Por cierto y si sirve de ayuda, con unos 220 metros de cuerda y un par de docenas de chapas de 8 con sus mosquetones, llegaremos sin problema hasta el fondo. La instalación esta compuesta con parabolts de 8mm. Las tuercas en principio están todas pero no esta mal llevar de repuesto. Estas son las coordenadas de la sima (WGS 84) UTM 30 T 0446010  4788772
Disfrutarla con todo el respeto y cariño del mundo, es el mejor signo de admiración de estos santuarios naturales.
Remontando


Magin desequipando


Todas las fotos son de Alejandro Menéndez Gonzalez

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