domingo, 24 de febrero de 2019

TXOMIN IV (POZO DE 235)


Dispuestos a descubrir las entrañas del misterioso gran pozo de la Txomin IV de 235 metros, nos vestimos con unos cuantos kilos de hierro mas, para poder tocar fondo en este abismo que parece no tener fin. La idea fue de ultima hora, juntándome con Magin para atacar el pozo. Casualmente en el parking, coincidimos con otros dos grupos mas que van a bajar a la sala blanca por la via clásica. Uno de ellos es el de Oscar Markaida y compañía, que tienen el objetivo en concienciar a la gente para reservar la belleza de la sala Blanca que cada vez se encuentra mas sucia del barro. Todo el respeto que podamos tener en este medio tan frágil es poco, es de vital importancia no salirse del trazado para que permanezca ese blanco impoluto de las formaciones.
Instalando cabecera. Inicio
Comienzo irregular. Foto de Oskar Markaida

Volviendo al abismo que nos ocupa. La casualidad hace que re-equipemos la via original por donde bajaron sus exploradores en este gran pozo. Eso si, solo encontramos 3 seguros en toda la vertical: una cabecera, un piton en un ligero desplome al comienzo, y un spit en una tenue repisa en rampa mas abajo. Posiblemente no hubo repeticiones posteriores en semejante vertical, no tiene ningún interés quitando lo deportivo y espectacular. Se me corta la respiracion pensar en bajar este pozo con algún natural, un par de spits, un clavo y algún roce de cuerda.... Espartanos, otros tiempos.
Dieciséis fueron los anclajes que metimos para solventar algunos roces y que no salieran tiradas muy largas.
 
Unica repisa del pozo. La marca en la pared parece el roce de alguna cuerda o cable de antaño
Tramos volados consecutivos
 
La morfología de este abismo es variada. El comienzo es algo irregular y mas feo, alternando algún volao y coladas hasta la repisa ramposa. A partir de aquí el pozo es impresionante, comienza un tramo largo y volado con un fraccionamiento en pleno vacio en un saliente de roca, bastante técnico. Otro tramo volado que nos acerca a la pared y casi a la par de la gran bóveda que conecta de la otra via de la Txomin (p110). A partir de aquí el pozo se vuelve mas cilíndrico con un amplio diámetro y de paredes lisas con varios fraccionamientos hasta un desplome, que nos obliga hacer un ultimo volado de unos 45 metros hasta la base. Todas las secciones de este inmenso pozo son amplias y grandes.
 
Tramos volados inevitables
Verticalidad absoluta











 
 
 
 
 
 
 
 

El fondo del pozo es ramposo, esta cubierto de derrumbes de la mina tirados por los antiguos mineros. Como todo gran abismo, la base es poco acogedora, con intensos goteos y corrientes de aire. Le siguen algunos pocetes mas tortuosos y de pequeña profundidad donde mi compañero Magin pudo ver algún anclaje mas de los espartanos. Poco mas que añadir. Los soplaos de las Txomin además de tener bellezas como la sala Blanca en la IV y las galerías tan estéticas de la IIIV, constituyen un paraíso para los amantes de las grandes verticales.
 
Ultimo volado apoteosico

 




















 

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