domingo, 18 de noviembre de 2018

PANÄRATOBEL


El valle de Tamina propone de varios interesantes descensos, el mas conocido es Zanaibach, sin embargo, al final del valle donde acaba la carretera y se encuentra la presa de Gigerwaldsee, hay un descenso entre varios que destaca por su deportividad continuada. Panäratobel se a hecho objetivo barranquista desde su apertura, que para mi gusto esta sobrevalorado. Con un caudal consecuente en verano que sin embargo mengua mucho en épocas frias como fue en nuestro caso. Los días pasaban serenamente ante una semana anticiclónica, el mejor regalo que podíamos tener. Aunque el frio en el ambiente era severo, ya era mucho pretender algo mejor. El viento nos cortaba la respiración arriba de la presa donde dejamos el coche pero una vez comenzamos andar pegados a la ladera el aire ya cesaba. Enseguida, cualquier frio que nos quedaba en el cuerpo iba a desaparecer. Por delante nuestro, o mejor dicho por encima, teníamos 500 metros de desnivel que ganar hasta alcanzar la cabecera del cañon.
 
Encadenamiento de rapeles
Primer rapel - Tramo inicial prescindible

Rapel mas alto
 
El sendero esta perfectamente marcado y balizado pero es extremadamente empinado. Ganamos altura en poco trecho y las vistas se vuelven privilegiadas. Al cabo de un buen rato sin parar de subir, ya vislumbramos el cañon como cae de forma vertiginosa hasta el lago. Aun queda un ultimo repecho y cruzar el cauce para alcanzar realmente la cabecera en una gran esplanada de piedras, antiguo glaciar. A decir verdad, no merece la pena tomarse esa molestia ya que lo verdaderamente interesante comienza mucho mas abajo.

Tramo bonito
Con un caudal potente debe cambiar la cosa


Y siguen los rapeles

La primera parte del barranco no vale mucho, una sucesión de rapeles en un medio bastante abierto. A medida que descendemos empieza a ganar interés, el cauce se va formando pero nunca entre grandes paredes. No paramos de usar la cuerda en todo momento, prácticamente cada rapel viene seguido. Estamos disfrutando la mejor parte del barranco que se encuentra por la mitad y concluye con un rapel volado de 30 metros. Después aunque siguen los rapeles, el cañon es poco estetico con una roca muy rota. El final al lago es inminente, nos toca nadar para poder salir por su esquina izquierda. Nos damos un abrazo y un ultimo vistazo al cañon desde el puente. Tal vez con un caudal elevado en verano gane tendencias pero asi sabe a poco.

Ultimo tramo
Autentico "balcón" al vacio


















Cumulo de troncos y ramas en el lago


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