sábado, 9 de abril de 2022

EN UN LUGAR DE CANTABRIA


En un lugar de Cantabria de cuyo nombre no quiero acordarme, habia una bella sima inquietante y prometedora. Una de entre tantas que emergian del subsuelo, alli donde los prados y calizas custodiaban a los bajos valles colindantes. El ingenioso espeleologo Don Quijote de Cantabria, oso de buena fe en ir a explorar con sus subditos escuderos Sancho Panza, en esta novela habia varios Sanchos, la tan preciada torca de la que ya habia constancia de hace mucho tiempo atras. Esta gran sima, aunque vistosa y espectacular debido a su gran boca, quedaba bastante discreta y escondida entre algunos graderios del terreno. El comienzo no podia ser mejor, una gran rampa de tierra y piedras daba paso a una vertical absoluta de 100 metros. El diametro de este pozo era importante, y desde arriba se podia ver claramente el fondo por la luz que entraba y la anchura del pozo. No vemos indicios de antiguas instalaciones.

P100 (Foto Txandi)
Rampa inicial de 30m (Foto Txandi)














Instalamos el fantastico p100 en comodas tiradas. El descenso es muy agradable a la vez que espectacular. El fondo lo cubre un pequeño nevero en invierno, un fangal cuando deshiela, o un encantador lecho pajizo en temporada seca. Sin dilacion y por un lateral, penetramos en una gatera a media altura que da paso a un corto resalte. Hacemos lo necesario para equipar este pasaje y ayudarnos para descender 4m. Un temible bloque de varios cientos de kilos se encuentra empotrado por encima de nuestras cabezas y pasamos por debajo casi levitando. Pero no podemos hacer mucho por alejarnos, cerca y aunque fuera de su alcance se encuentra la siguiente gran vertical, otro magnifico p95. 

P95 desde abajo
P95 desde arriba













El nuevo pozo que nos ofrece la sima de buenas dimensiones, nos hace disfrutar y aumentar el animo. La equipacion hasta la base ha sido un juego de niños por la calidad de la roca y la comodidad de la sima. Abajo nos encontramos con una galeria descendente y meandriforme a la cota -234m. La galeria se cierra y no hay forma de continuar. Por el infranqueable meandro se pierde un minusculo aporte de agua y una ligera corriente de aire.

Fraccio en P95
Gaterilla entre pozos






















Ahora es cuando Don Quijote y sus fieles escuderos Sanchos Panzas comienzan las labores de desostruccion, cincel, porras y demas menesteres van abriendose paso en este meandro que nos impide la continuacion. Nos vamos relevando uno tras otro, finde tras finde, motivandonos como podemos. Por suerte en esta parte no hay roca buena y salen margas, areniscas y demas. Posiblemente por esa razon ha cambiado la morfologia de la cueva.  Pero no hay manera, hemos avanzado unos pocos metros pero el meandro no ensancha. Merecera la pena obcecarse tanto? cuanto tiempo invertido? Hay mas cuevas por hacer y el tiempo es limitado.

Meandro -234m
Escombro amontonado de la desostruccion











2 comentarios:

  1. Lo he vuelto a leer... diplomacia y discreción, que pena que me pille tan mayor... ya me entiendes

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    1. Por eso esta cueva quedara una vez mas en el olvido Paco, x la diplomacia y discreción. Más que de otros tiempos, esto va de otras mentes.

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