EL DIARIO DE LOS SUEÑOS: TORCA DEL VIVERO

Continuamos con los abismos, esta vez volvemos a nuestro querido valle de Karranza en Bizkaia, tierra de buenos pastos, ganaderias y leche de vaca. Resulta llamativo la concentracion de grandes pozos que taladran estas tierras propicias a cavernamientos predominantemente verticales. En un area relativamente extensa caben destacar varias simas con gran renombre. Una de ellas es la que nos ocupa, Torca del Vivero, con una discreta profundidad total pero un considerable pozo para llegar al fondo.

P142

Perfil

En realidad la torca esta compuesta de dos grandes pozos paralelos y alguno mas para pisar la cota mas baja de la sima. En nuestro descenso, eleguimos el pozo paralelo por ser mas espectacular y porque la torca baja mas metros que por el directo. Para ello, planificamos un descenso fraccionado para facilitar las maniobras ya que lo unico que sabemos que se trata de un rapel volado de mas de 140 metros. La entrada esta compuesta por dos bocas verticales. Una de ellas muy cerrada por la vegetacion es el pozo directo de 225 metros. La otra boca mas despejada pero complicada de instalar, ya que no hay mucha opcion para descender su primer pozo de 15m. Fabricamos una estaca de tetracero de medio metro, soldada en su extremo con una anilla para clavarla en el suelo. De ahi podemos anclar la cuerda para bajar el primer pozo.

P37 dentro del P225

Primer P15

Abajo, una larga rampa de piedras y tierra nos recibe en una especie de portico inclinado. El final del mismo accede a modo de gran balcon con el pozo directo en el cual ya le hemos quitado 35 metros, 190 metros nos separan del suelo. Continuamos bajando por el gran pozo hasta una repisa con algo de basura, cota -72m. Aqui, se intuye al otro lado el pozo paralelo. Para acceder, hacemos un pasamanos ascendente para separarnos del pozo directo y llegar a la cabecera del P142. En la cabecera hay una comoda repisa con varios bloques que separan los dos abismos, uno a cada lado.

Momento del P142

A -35m la union de las dos bocas

La roca no es que sea una maravilla para instalar pero buscamos los buenos paños. La primera mitad del pozo lo salvamos mediante pequeños pendulos oscilantes para no perder la pared y poder fraccionar, la tendencia desde el comienzo es totalmente aerea. La pared del pozo esta a menudo cubierta de una capa de barro que cuesta distingir a primera vista las partes buenas y no tan buenas para instalar. Para meter varios fraccios tenemos que rascar un par de centimetros la arcilla para dar con la roca y en los pendulos se desmoronan por momentos pegotes de barro que tocamos con los pies o manos.

P142

La cosa cambia a partir de la mitad, a unos 80 metros del suelo, el pozo desploma de manera brutal y la unica opcion que tenemos para seguir fraccionando es alcanzar un balcon a la derecha. Con varios pasos acrobaticos conseguimos alcanzar el pulpito. A partir de aqui la instalacion es mucho mas sencilla y limpia en una pared lisa y vertical que dividimos con varios fraccios.

Pendulo a mitad de pozo para llegar al "balcon"

Ultimos 80m del gran pozo

Ya en la base del abismo, otra vez plasticos tirados en antaño desde arriba nos muestra la cara mas desalmada. Una rampa de unos 5 metros nos lleva a una salita con mas basura, en la que se abren dos nuevos pozos. Uno de ellos ciego y no muy profundo. El otro, un P51 con cabecera reducida y donde continua la sima. Este pozo se va abriendo repentinamente y el aspecto es de un amplio y estetico pozo. Abajo y apartados de la base podemos introducirnos por algunos pasos estrechos y formaciones a una salita coqueta y agradable, es el punto donde la sima alcanza su cota maxima.